Las (mis) diez novelas históricas para devorar

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La novela histórica es un género literario en ebullición que cada día recluta a legiones de adeptos. Los grandes faraones egipcios, Julio César y otros emperadores romanos, conjuras de palacio en la Edad Media… rara es una visita a cualquier librería en la que entre los bestsellers no aparezca alguna obra que verse sobre estos temas. El secreto del éxito radica en su función dos por uno: a la par que nos divertimos aprendemos historia, aunque siempre en función del rigor desempeñado por el autor de turno. A continuación comparto con vosotros diez títulos variados que me marcaron personalmente, combinando algunos grandes clásicos de la literatura universal con títulos más recientes que también merecen un reconocimiento.

Portada de El Cid, de José Luis Corral

10. El Cid (José Luis Corral, 2000). Profesor universitario de Historia Medieval, José Luis Corral ha plasmado sus conocimientos en una buena colección de libros de historia y novelas muy amenas. Con Numancia vibramos con la valentía de aquellos héroes celtíberos que durante muchos años derrotaron a las legiones romanas invasoras, pero su obra más aclamada narra la excitante vida de Rodrigo Díaz de Vivar, ese caballero castellano del que en plena reconquista se decía que ganaba batallas hasta muerto. De acción frenética (quizás demasiado) pero con personajes muy cuidados, el autor desarrolla la historia tras haberse documentado en más de cien libros.

    • 9. Pompeya (Robert Harris, 2003). Normalmente la novela histórica proyecta su foco sobre un personaje histórico como gancho para captar más público, pero en otras ocasiones la excusa es un acontecimiento especial. Es el caso de Pompeya y la recreación de los días previos a la erupción del Vesubio. Robert Harris acierta a mostrarnos la sociedad romana del primer siglo a.C. y las intrigas políticas habituales de la época desde los ojos de un joven ingeniero, en mitad del opresivo ambiente por la inminente catástrofe que se avecina.

 

  • 8. Ramsés (Christian Jacq, 1995–1997). Este egiptólogo francés con más de 30 obras a sus espaldas no es precisamente santo de devoción de los puristas del género. Dicen que es poco riguroso y de pluma excesivamente comercial. Puede ser. Incluso yo añadiría que no escribe demasiado bien. Y, sin embargo, sus libros hechizan desde la primera línea con grandes dosis de acción y el ir y venir de personajes que al final tendrán su peso en la historia. La pentalogía de Ramsés es tan cautivadora como su propio protagonista, un faraón casi centenario que tuvo más de 150 hijos y a quien debemos buena parte del legado artístico hoy vivo en Egipto.

 

 

  • 7. La Dama del Nilo (Pauline Gedge, 1977). La inmensa mayoría de las novelas históricas son retratos de la vida de grandes personalidades masculinas. Sin acceso al poder político, vetadas por las religiones y sin posibilidad de participar en alguna gran batalla militar, la mujer ha sido la gran damnificada durante milenios. Seguramente la primera gran fémina que se nos viene a la cabeza es Cleopatra, olvidándonos injustamente de la faraona que gobernó 1.600 años antes. Pauline Gedge compone un perfil magistral de la vida de Hatshepsut, la adolescente que tuvo que administrar el reino más importante del mundo batallando contra los enemigos naturales de su pueblo y, peor aún, contra la rebelión de los que no aceptaban que una mujer les liderara.

 

Fotograma de El Nombre de la Rosa. Sean Connery y Christian Slater

 

  • 6. El Nombre de la Rosa (Umberto Eco, 1980). Todo un clásico de la literatura universal llevado con éxito al teatro y al cine bajo la batuta de Jean-Jacques Annaud, con Sean Connery y Christian Slater como protagonistas. Una novela de misterio precursora en las narraciones conspirativas en el seno de la Iglesia que tanto abundan en nuestros días, aunque centrada en los crímenes sucedidos en una pequeña abadía. Extraordinariamente escrita, aunque a veces difícil de seguir, contiene un buen ramillete de diálogos y frases memorables. “Son hermosos los pechos que apenas sobresalen”, decía Guillermo de Baskerville (o Sean Connery). “Que tranquila sería la vida sin amor, Adso, qué tranquila y qué insulsa”…

 

 

  • 5. Los Tres Mosqueteros (Alejandro Dumas, 1844). Otra perla de la literatura mundial y desde luego de las más conocidas por el gran público español gracias -aunque sea un poco patético decirlo- a la serie de dibujos animados D’Artacan y los Tres Mosqueperros. D’Artagnan es un joven de provincias que se dirige a París con el sueño de servir al rey Luis XIII y pronto conocerá Athos, Porthos y Aramis, con los que sellará un pacto de amistad y patentará la frase “Todos para uno y uno para todos”. Las curiosas andanzas de los protagonistas, el incorruptible sentido del honor que emanan y las refriegas palaciegas resueltas con luchas de espadachines lo convierten en un libro de ‘chapeau’.

 

 

  • 4. Los Episodios Nacionales (Benito Pérez Galdós, 1872-1912). Había que incluir a un autor clásico patrio en este ranking y quien mejor que Galdós, autor de 46 novelas históricas agrupadas con el título de Episodios Nacionales y que reflejan la España de gran parte del siglo XIX. A través de personajes ficticios vamos descubriendo la guerra de independencia contra los franceses, las guerras carlistas, las agitadas regencias de la época y mucho más, siempre con una descripción afinada de la historia. El estilo puede resultar complicado para el lector actual en un principio, pero terminará idolatrando este tesoro de nuestra literatura.

 

 

  • 3. Alexandros (Valerio Massimo Manfredi, 1998). Muchas son las novelas que han retratado la vida repleta de matices del primer gran conquistador del mundo, Alejandro Magno. Recomendables son las lecturas de los clásicos Gisbert Haefs y Mary Renault, pero me quedo con la trilogía del escritor y arqueólogo italiano Manfredi, quizás menos rigurosa pero más encantadora. La enorme personalidad que exhibía el gran emperador macedonio queda fielmente reflejada en esta espléndida terna de libros, en la que vibramos a más no poder con la marcha hacia los confines del mundo conocido de un un hombre que además de brillar en el arte de la guerra, supo adaptarse a los pueblos sometidos. Tan apasionante vida y tan magnífica propuesta narrativa del autor transalpino merece una lectura.

 

 

  • 2. Africanus (Santiago Posteguillo, 2006-2009). Este profesor universitario valenciano consiguió con su trilogía sobre Publio Cornelio Escipión un hito al alcance de muy pocos: elevarlos a la categoría de bestseller tratándose de su bautizo como escritor. La Segunda Guerra Púnica es el escenario del enfrentamiento entre Aníbal y sus huéstes de elefantes, y la todopoderosa Roma, que derrota tras derrota se encomienda al general Escipión para evitar su destrucción a manos cartaginesas. La profundidad de los antagonistas protagonistas, las batallas milimétricamente descritas y la compleja evolución de la historia página a página -en particular las luchas internas que deben superar en sus senados-, convierten a esta obra en una referencia del género, en particular un libro final absolutamente maravilloso que refleja el declive de las vidas de dos de los personajes más apasionantes de la historia.

 

Sinuhé el Egipcio, de Mika Waltari
1. Sinuhé el Egipcio (Mika Waltari, 1945). Un libro único, maravilloso, irrepetible. Un médico real en el exilio nos cuenta en primera persona sus pericipecias en la corte de Akhenaton, el primer faraón monoteísta, el “faraón hereje”, presentándonos no solo un fiel retrato de la sociedad egipcia de la época, sino también de Creta, Babilonia y otros pueblos vecinos. Lloramos con el descenso a los infiernos del bueno de Sinuhé, reímos con las meteduras de pata del esclavo Kaptah, un Sancho Panza bastante peculiar; sufrimos con la incompresión hacia Akhenaton, descubrimos la fugacidad del célebre Tutankhamon… Una obra de las que te agitan el corazón. Imprescindible.

¿Estáis de acuerdo con estos títulos? ¿Cuáles me recomendáis?

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